Detalles de la noticia
La Moxibustion
La moxibustión posee la propiedad de calentar y limpiar los canales por los que circula la energía, estimular puntos de acupuntura, combatir el frío o la humedad interna o para favorecer las condiciones yin y yang de nuestro interior
La moxibustión es una terapia de la medicina oriental que aplica calor estimulando puntos específicos del cuerpo, a partir de la raíz prensada de la planta altamisa o artemisa (artemisia vulgaris) a la que se le da forma de cigarro o puro, denominado moxa.
La moxibustión no es tan conocida como la acupuntura pero se suelen utilizar de forma complementaria. Se trata de un método simple y al alcance de todos para reequilibrar el estado de salud en general y para trabajar sobre trastornos más específicos como la debilidad de energía o problemas de impotencia sexual, frigidez o un bajo deseo sexual, entre otros.
La moxa se obtiene al envejecer la altamisa o artemisa, molerla hasta convertirla en polvo; para posteriormente quemarla o procesarla aún más en escamas que recuerdan cigarros. Se puede usar indirectamente, con agujas de acupuntura, y también se puede quemar «sobre» la piel del paciente.
Según la medicina tradicional china, los desequilibrios del ser humano se deben a trastornos producidos por factores patógenos externos, por las siete emociones o por desequilibrio entre las fuerzas yin y yang del cuerpo. La moxibustión posee la propiedad de calentar y limpiar los canales por los que circula la energía, estimular puntos de acupuntura, combatir el frío o la humedad interna o para favorecer las condiciones yin y yang de nuestro interior. Así nos sentiremos más saludables y enérgicos, y mejoraremos el funcionamiento de nuestros órganos.
La moxa se puede comprar en una tienda donde vendan productos de medicina tradicional china. Lo ideal es comprarla en forma de puro (tiene unos 20 cm de largo y 1,5 cm de diámetro aproximadamente), se enciende un extremo y se dirige a determinadas zonas del cuerpo dejando un espacio de unos centímetros entre la piel y el puro.
Para realizar la moxibustión, lo ideal es ponerse tumbado en la cama o en un sofá. Se aplicará en la parte anterior del cuerpo sobre tres puntos (Ren 4, Ren 5, Ren 6) de un canal muy importante llamado Ren Mai que nace en el perineo y asciende hasta la cabeza y llega hasta el labio inferior. Los puntos a moxar están juntos, hay muy poca distancia entre ellos, desde el ombligo hacia abajo en una distancia de uno, dos y tres dedos (contados en la línea central desde el ombligo hacia abajo), bastará con colocar el puro a tres o cuatro centímetros de altura de esos puntos, hasta que la piel aparezca colorada, esta será la señal que nos indicará que se ha calentado bien la zona (no debemos quemar nunca la piel). El tiempo empleado dependerá del nivel de energía del que lo recibe, si es muy bajo se necesitará más tiempo.
En la espalda es muy fácil localizar los puntos para la moxibustión, bastará con apoyar nuestras manos en las caderas con los pulgares puestos hacia la zona lumbar, los dos puntos donde caen los pulgares a ambos lados de la columna —aproximadamente a dos dedos del pico de la vertebra 2ª lumbar— son los puntos a moxar en la espalda. Estos son muy importantes ya que dan energía al riñón, órgano fundamental donde reside la energía vital más importante del ser humano.
La moxibustión no es tan conocida como la acupuntura pero se suelen utilizar de forma complementaria. Se trata de un método simple y al alcance de todos para reequilibrar el estado de salud en general y para trabajar sobre trastornos más específicos como la debilidad de energía o problemas de impotencia sexual, frigidez o un bajo deseo sexual, entre otros.
La moxa se obtiene al envejecer la altamisa o artemisa, molerla hasta convertirla en polvo; para posteriormente quemarla o procesarla aún más en escamas que recuerdan cigarros. Se puede usar indirectamente, con agujas de acupuntura, y también se puede quemar «sobre» la piel del paciente.
Según la medicina tradicional china, los desequilibrios del ser humano se deben a trastornos producidos por factores patógenos externos, por las siete emociones o por desequilibrio entre las fuerzas yin y yang del cuerpo. La moxibustión posee la propiedad de calentar y limpiar los canales por los que circula la energía, estimular puntos de acupuntura, combatir el frío o la humedad interna o para favorecer las condiciones yin y yang de nuestro interior. Así nos sentiremos más saludables y enérgicos, y mejoraremos el funcionamiento de nuestros órganos.
La moxa se puede comprar en una tienda donde vendan productos de medicina tradicional china. Lo ideal es comprarla en forma de puro (tiene unos 20 cm de largo y 1,5 cm de diámetro aproximadamente), se enciende un extremo y se dirige a determinadas zonas del cuerpo dejando un espacio de unos centímetros entre la piel y el puro.
Para realizar la moxibustión, lo ideal es ponerse tumbado en la cama o en un sofá. Se aplicará en la parte anterior del cuerpo sobre tres puntos (Ren 4, Ren 5, Ren 6) de un canal muy importante llamado Ren Mai que nace en el perineo y asciende hasta la cabeza y llega hasta el labio inferior. Los puntos a moxar están juntos, hay muy poca distancia entre ellos, desde el ombligo hacia abajo en una distancia de uno, dos y tres dedos (contados en la línea central desde el ombligo hacia abajo), bastará con colocar el puro a tres o cuatro centímetros de altura de esos puntos, hasta que la piel aparezca colorada, esta será la señal que nos indicará que se ha calentado bien la zona (no debemos quemar nunca la piel). El tiempo empleado dependerá del nivel de energía del que lo recibe, si es muy bajo se necesitará más tiempo.
En la espalda es muy fácil localizar los puntos para la moxibustión, bastará con apoyar nuestras manos en las caderas con los pulgares puestos hacia la zona lumbar, los dos puntos donde caen los pulgares a ambos lados de la columna —aproximadamente a dos dedos del pico de la vertebra 2ª lumbar— son los puntos a moxar en la espalda. Estos son muy importantes ya que dan energía al riñón, órgano fundamental donde reside la energía vital más importante del ser humano.