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Aneurismas (con o sin necrosis vascular)

Dilatación localizada en arteria sobre cualquier zona de distensión y debilidad de las capas medias del muro vascular (hemorragia en vasa-vasorum, rotura de la íntima y disección)
Etiología: Arteriosclerosis, hipertensión sistólica, síndrome de Marfan, infecciones (endocarditis), malformaciones (angiomas).

Tratamiento oficial: Propanolol (disminuye la velocidad de llenado del ventrículo izquierdo y por tanto, el golpe sistólico y disminuye igualmente la frecuencia), Nitroprusiato sódico (hipotensor que actúa dilatando arteriolas y vénulas para bajar indirectamente la tensión sistólica y con ella el riesgo) y Reserpina.

ANEURISMAS Y MEDICINA BIOLÓGICA

El enfoque biológico de los aneurismas obliga a una actuación fitoterápica de doble ámbito.

TRATAMIENTO BIOLÓGICO:

Los remedios para ambos cuadros, deben ir asociados puesto que asociados producen la lesión.

* Dieta Hiposódica-Hipercaliémica + Dieta Definida nº10.

* BASE-5 y BASE-22. Para Vacío de Yin y su alteración neuroendocrina y para potenciar la pared vascular (3 cucharillas de una base al día y alternar al día siguiente con 3 de la otra). La BASE-22 pretende una
protección directa sobre vasos sanguíneos mediante dos acciones: Tonificante (Meliloto y Pensamiento Silvestre) y freno del agobio hipermetabólico Yang por Vacío de Yin (Milenrama, Parietaria, Diente de León).

* FA-60.


FA-60:

Valeriana, Espino blanco, para protección antiictus.

Angélica, Helenio, para tonificar Sangre de Corazón y Vacío de Yin.

Borraja, Fresno, Ulmaria, Vitex agnus castus, Meliloto, Pasiflora, Remania, Bolsa de pastor, para equilibrar el Vacío de Yin.

Aceites esenciales: Ylang ylang, Azahar.

A esta cura básica de los aneurismas puede añadirse un equilibrador de la
tensión arterial, FA-59.

FA-59:

Azahar, Tila, Celidonia, Valeriana, Angélica, Fumaria, Muérdago, Vinca, Abedul, Borraja, Ulmaria, Pasiflora, Meliloto, para evitar Estancamiento de Sangre y relajar el simpatismo en que se constituye la H.T.A.

Aceites esenciales: Lavanda, Limón, Eucaliptus.

Sin embargo, resta una acción posterior fundamental que es la potenciación de la resistencia del propio muro vascular que como hemos dicho requiere un preparado propio, FA-90.

FA-90:

Ciprés, Hiedra, Hipérico, Mirto, Meliloto, Cola de caballo, Pensamiento silvestre, Cardo mariano, Mirtilo, Castaño de indias, para potenciar elasticidad y tono en la pared vascular.

Aceites esenciales: Ciprés, Limón.

Puesto que el riesgo de lesión vascular es algo implícito en la edad, la importancia de este preparado como protección es esencial.

1) Por un lado, la Medicina Biológica establece una estrategia protectora del vaso debilitado como urgencia inexcusable, para la que el conocimiento de la fitoterapia antihipertensiva y antiarteriosclerótica es clave.

a. Para la H.T.A., mayor o menor, subyacente, hemos evaluado:
Eucaliptus, Vinca Pervinca, Espino Blanco, Meliloto, Fumaria, Tila y Ulmaria.

b. Para la arteriosclerosis, mayor o menor, subyacente: Las anteriores más Cola de Caballo, Fresno, Abedul y Alcachofa.

c. Para el hipermetabolismo, hipersimpatismo y Calor Interno que caracteriza el cuadro en que se gestan los aneurismas: Las mismas plantas más aceites esenciales de Ylang-Ylang y Enebro.

d. Para potenciar la fuerza arterial de las paredes: Ciprés, Hiedra, Hipérico, Mirto, Meliloto, Cola de Caballo y Pensamiento Silvestre.

Por tanto, hipertensión, arteriosclerosis, hiperactividad metabólica y debilidad arterial constitucional, establecen el cuadro de fondo en que los aneurismas se producen.


2) Hemos citado a la arteriosclerosis, hipertensión sistólica, síndrome de Marfan, endocarditis y angiomas como condicionantes de la vitalidad arterial, pero sin embargo, estas patologías no tienen, perse, porqué
producir aneurismas. El cuadro etiológico que explica los aneurismas se entiende en Medicina Biológica como el resultado de un Vacío de Yin de Corazón y Vacío de Sangre de Corazón, asociado a Vacío de Yin de Riñones.
Es, este específico terreno el que determina la lesión.

Es decir, los aneurismas expresan una lesión vascular en un terreno de alteración hormonal y neurovegetativa que constituye un agobio metabólico sobre una arteria debilitada.

Es importante comprender bien este cuadro, porque en él se explican señales y síntomas que acompañan al enfermo aneurismático, (palpitaciones, insomnio, sueño de baja calidad, mareos y vértigos, calor en palmas de las manos y
plantas de los pies, sudor nocturno, pómulos rojos) que son las propias del Vacío de Yin.( Ver 1ª parte: Vacío de Yin y Vacío de Sangre).