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Caso Clínico nº 13. Hepatitis

Regina 64 años, ama de casa.

Regina es atendida en Medicina Interna desde hace 10 años de Hepatitis C crónica activa de imposible determinación causal. Su manifestación clínica es variada y va del malestar general a la anorexia y de la fatiga al dolor en hipocondrio derecho con hepatomegalia y esplenomegalia moderadas. Ictericia leve, aumento importante de GOT y GPT y más importante aún de GGT. El diagnóstico se estableció hace 12 años por biopsia hepática y su evolución ha sido irregular tras cura con Azatioprina y corticoterapia.
La cura con Interferón ß se descarta por ser “no indicada” en su fenotipo lo que le otorga, según ella, un estatus de desahuciada.

En esta situación Regina visita un centro de Medicina Tradicional China en Madrid buscando un “algo más no farmacológico para su hígado”.

Se le prescribe automáticamente BASE-15 y BASE-15A para tratar los dos planos de su afectación hepática:

BASE-15 para la inflamación del órgano y para inducir drenaje seroso, sanguíneo y mucoso.
BASE-15A para tratar su posible necrosis tisular focal.
En la entrevista inicial con esta enferma algo más queda patentemente establecido y es el agravamiento que su proceso hepático ha sufrido desde que empezó a sentir hace 8 años signos de calor y sofocación nocturnos con señal clara de sequedad bucal. Estas señales y síntomas eran parecidos a los menopaúsicos pero posteriores y más molestos.

Fueron valorados como provenientes de un Vacío de Yin de Riñón , es decir, de una desarmonía medulosuprarrenal en la que un exceso de adrenalina con respecto a la noradrenalina supone un agobio vascular y orgánico que paga frecuentemente el hígado con mayor inflamación y necrosis.

Recordamos siempre que este factor, el Vacío de Yin de Riñón , puede estar presente o no en la evolución de toda hepatitis y que su certificación sintomática es esencial en todo estudio hepático.

Se le añadió, por tanto, BASE-5 y se advirtió a la paciente que tomase todos los días 2 comprimidos de BASE-15 y otros 2 de BASE-15A más una “cucharilla” de BASE-5 por la noche.

Tras tres meses de cura, Regina sorprende a su hepatóloga con una analítica con la GOT y GPT muy dentro del límite y con GGT por debajo, inmediatamente, del suyo.

Por otro lado su estado general es bueno, no tiene malestares, ni dolor ni fatiga. Deducimos por tanto que no tiene inflamación hepática ni proceso fibroso y/o necrótico.

Sigue con su cura, no obstante, de igual modo y esperamos nuevos análisis serológicos que certifiquen los cambios habidos.

Nota final: Este tipo de cambios benéficos experimentados en enfermos hepatíticos de cualquier naturaleza, tras cura con BASE-15 y BASE-15A se observan prácticamente a diario en nuestro ámbito médico.

Desde luego, tardaremos meses en reunir un dossier de cientos de enfermos mejorados así pero es obvio ya que por primera vez contamos con un arma fitoterápica poderosa para tratar las lesiones hepáticas.